¿Qué es una desparasitación? Clases de desparasitación y tipos de parásitos

¿Qué es una desparasitación?

La desparasitación es un tratamiento periódico cuyo objetivo es eliminar los parásitos existentes en las mascotas, así como prevenir futuras infestaciones.

Clases de desparasitación

Desde un punto de vista práctico existen dos tipos de desparasitaciones: interna y externa.

Para proteger a nuestras mascotas de los parásitos internos se recomienda desparasitar trimestralmente e incluso más frecuentemente en el caso de cachorros o animales que convivan con personas inmunodeprimidas. Para ello podemos usar antiparasitarios orales en comprimidos o jarabes.

En el caso de los parásitos externos, hay gran variedad de productos, tales como sprays, pipetas, collares y/o desparasitantes orales en comprimidos, que eliminan y/o previenen la infestación por pulgas y garrapatas y repelen los mosquitos. En ocasiones es necesario combinar varios de estos productos para una protección completa.

Parásitos internos más frecuentes

Se alojan en su vida adulta en el sistema digestivo de nuestras mascotas.

Nematodos: Son los llamados gusanos redondos o lombrices. Los animales domésticos se pueden infectar a través de la leche materna o del suelo o pelaje contaminado. Responsables de enfermedades graves en humanos como larva migrans ocular y larva migrans viceral.

Cestodos: Son los conocidos como gusanos planos o tenias. Se transmiten a través de hospedadores intermediarios. En este grupo se encuentra Echinococcus granulosus, responsable de la hidatidosis en humanos.

Protozoos: Como las giardias y los coccidios, son parásitos unicelulares de pequeño tamaño que infectan la mucosa intestinal de perros y gatos, y también pueden transmitirse a las personas.

Parásitos externos más frecuentes

Pulgas: Son el parásito externo más frecuente entre los animales de compañía. Su tamaño no supera los 3,5mm. Durante la fase adulta se alimentan de la sangre de nuestras mascotas pudiendo provocar alergias y transmitir parásitos internos, ya que actúan como huéspedes intermediarios. Debido a que saltan pueden infestar tanto a animales como a personas, incluso permanecer en el entorno.

Garrapatas: Son también ectoparásitos hematófagos, pero que, a diferencia de las pulgas, no saltan y la única forma de transmisión es el contacto directo, generalmente se encuentran en la hierba alta esperando a sus huéspedes. Mediante su picadura es capaz de transmitir gran cantidad de enfermedades infecciosas, tanto a nuestras mascotas como a nosotros, tales como babesiosis, ehrlichiosis, anaplasmosis, enfermedad de Lyme…

Mosquitos y flebótomos: Son insectos voladores cuyas hembras se alimentan de la sangre de personas y animales. A parte de la inflamación característica de su picadura, también son transmisores de enfermedades como la leishmaniosis y la filariosis (enfermedad del gusano del corazón).

Ácaros: Son organismos microscópicos que viven en la superficie o en el interior de las estructuras cutáneas y pueden parasitar la piel del animal. Los ácaros son los causantes de diferentes tipos de sarnas, tales como la sarna otodéctica, demodécica o sarcóptica, y la cheiletielosis.